Dicen que los ojos son la ventana al alma, así que tenemos que hacer todo lo posible por cuidar de ellos. Si vives con diabetes, debes saber que el no tener un control adecuado de tus niveles de glucosa en sangre, puede ponerte en riesgo de desarrollar retinopatía diabética. Esto se debe a que cuando tienes los niveles altos de glucosa en la sangre y la presión arterial alta durante mucho tiempo, puede causar daño en los vasos sanguíneos de la retina. Estos vasos sanguíneos pueden hincharse y tener fugas de líquido. También, pueden cerrarse e impedir que la sangre fluya e incluso se pueden generar nuevos vasos sanguíneos anormales en la retina. Todos estos cambios pueden tener un efecto grave en tu visión.
La etapa temprana de esta condición ocular se conoce como Retinopatía Diabética No Proliferativa. En esta etapa los vasos sanguíneos pequeños sufren pérdidas y hacen que la retina (ver imagen) se hinche. Cuando se hincha la mácula, se denomina edema macular y es la razón más común para la pérdida de visión. Además, los vasos sanguíneos de la retina pueden cerrarse dando paso a la llamada isquemia macular. Esto ocurre porque la sangre no puede llegar a la mácula, se forman pequeñas partículas en la retina las cuales también pueden afectar la visión.
Por otro lado, la etapa más avanzada se conoce como Retinopatía Diabética Proliferativa y ocurre cuando la retina comienza a desarrollar nuevos vasos sanguíneos. Estos nuevos vasos a menudo sangran hacia el vítreo (ver imagen). Si el sangrado es poco quizás vea unas cuantas manchas oscuras, pero si sangra mucho puede bloquear toda la visión. También, pueden desarrollar cicatrices que pueden causar problemas en la mácula o provocar un desprendimiento de la retina.
Aunque esta condición generalmente no presenta síntomas en sus etapas tempranas a medida que avanza, notarás algunos síntomas como:
visión borrosa
cambio de visión borrosa a clara
campo de visión con áreas en blanco u oscuras
visión nocturna deficiente
comienzas a ver los colores tenues o apagados
pérdida de visión
¡Cuida tus ojos!
Recuerda que vivir con diabetes es cuidarte más y mejor.
Imagen del ojo: https://www.nei.nih.gov/sites/default/files/2019-06/las-partes-del-ojo_1.pdf
Descripción de las partes del ojo:
Córnea: capa clara que está sobre el ojo, se encarga de proteger al ojo y ayuda a enfocar la luz.
Cristalino del ojo (lente): parte clara del ojo detrás del iris que ayuda a enfocar la luz y las imágenes en la retina.
Gel vítreo: gelatina clara y sin color que se encuentra entre el lente y la retina.
Iris: parte que da color al ojo y ajusta el tamaño de la pupila mediante la regulación de la cantidad de luz que entra al ojo.
Mácula: zona sensible de la retina, responsable de la visión central y también ayuda a ver los detalles pequeños.
Nervio óptico: nervio sensorial más grande del ojo el cual manda impulsos visuales desde la retina hasta el cerebro.
Pupila: agujero redondo en el centro del iris, se achica o agranda dependiendo de la cantidad de luz que le entra al ojo.
Retina: tejido en la parte de atrás del ojo, sensible a la luz, ya que la convierte en impulsos eléctricos que son enviados al cerebro a través del nervio óptico.
La autora es Lcda. Adia C. Aponte Marrero, MPHE, CHES® Coordinadora de los Servicios de Comunicación y Educación en Salud de la Asociación Puertorriqueña de Diabetes, para mayor información comunícate al 787-729-2210, 1-800-281-0617, información@diabetespr.org o, visite nuestra página en la internet www.diabetespr.org.
Referencia: American Academy of Ophthalmology (https://www.aao.org/) Lcda. Adia C.
Comments